Dietas, Nutrición interna
EN QUÉ CONSISTE LA DIETA MEDITERRÁNEA
Llevar un estilo de vida saludable no significa que tengas que renunciar a tus alimentos favoritos. La dieta mediterránea va más allá de la alimentación propiamente dicha, está basada en alimentos ricos en grasas saludables, productos frescos y poco procesados, todo ellos sumado a la práctica regular de ejercicio.
La dieta mediterránea proviene, como su propio nombre indica, de países que está ubicados cerca del mar Mediterráneo: España, Italia, Portugal y Francia. Los principales alimentos que incluidos en la dieta mediterránea son: aceite de oliva, pescados, lácteos, frutos secos, vegetales, cereales, condimentos y hiervas.
Aunque se trata de una dieta rica en grasas, estas son ácidos grasos monoinsaturados, es decir, los que nos ayudan a reducir el colesterol en la sangre. Esta dieta está asociada a una disminución del índice de grasa abdominal y al riesgo de padecer diabetes.
¿Qué alimentos forman la dieta mediterránea?
Aceite de oliva
Es el aceite utilizado en la cocina mediterránea. Contiene vitamina E, beta-carotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le confieren propiedades cardioprotectoras.
Alimentos de origen vegetal
Las hortalizas, las frutas, las legumbres y los frutos secos son una gran fuente de vitaminas, minerales y fibra en esta dieta. Contienen también un alto contenido de antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Como ya sabemos, los especialistas recomiendan consumir 5 piezas de fruta y verdura diariamente. La fruta debe ser el postre en todas nuestras comidas, evitando sustituirla por dulces y otros productos que solamente deberían consumirse de manera ocasional. La fruta también es la mejor opción para ser consumida a media mañana o a la hora de la merienda.
Lácteos
Son una fuente de proteínas, minerales y vitaminas, por eso se recomienda el consumo de queso y yogures a diario.
Carne fresca
La carne fresca es una fuente muy importante de proteínas que contienen un importante número de aminoácidos esenciales. También contienen vitaminas y minerales: vitamina B12, hierro, fósforo, potasio y zinc.
Lo ideal es consumir entre 3 y 4 raciones de carne a la semana, sobre todo carnes magras como el pollo o el pavo.
Cereales
También a diario debemos ingerir alimentos hechos con cereales como el pan, la pasta o el arroz. Todos ellos constituyen una fuente de carbohidratos indispensable para adquirir una parte de energía que nos permita enfrentarnos a las actividades diarias. Lo ideal sería elegir productos integrales por su alto contenido en fibra.
Huevos
Aunque durante muchos años hemos escuchado que los huevos tienen una gran cantidad de colesterol y que había que limitar su consumo, lo cierto es que pueden consumirse a diario dentro de una dieta saludable. Contienen proteínas de gran calidad, grasas y muchas vitaminas y minerales. Son un alimento con bajo contenido calórico y equilibrado en grasas.
Pescado
Es recomendable consumir pescado azul al menos dos veces por semana, ya que sus grasas tienen propiedades similares a las de las grasas de origen vegetal, a las que se les atribuyen propiedades que pueden ayudar a protegernos de enfermedades cardiovasculares.
Agua
Es la bebida por excelencia en la dieta mediterránea. Lo ideal es consumir entre 1,5 y 2 litros diarios para garantizar un correcta hidratación y mantener así un buen equilibrio corporal, aunque estas cantidades varían dependiendo de la edad, el clima y el nivel de actividad física que realicemos.
Productos frescos y ecológicos
En general, los productos poco procesados, frescos y de temporada son los más saludables. Consumir productos de temporada hace que los consumamos en su mejor momento, beneficiándonos de recibir mayor aporte de nutrientes.
En la producción de alimentos ecológicos no se utilizan sustancias químicas ni organismos modificados genéticamente. Esto hace que los alimentos conserven sus propiedades nutricionales.
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