Nutrición interna
LA COMERCIALIZACIÓN DE INSECTOS COMESTIBLES
En estos días, una red de supermercados ha comenzado a comercializar alimentos elaborados a base de insectos comestibles. Su propósito es ofrecer a los consumidores alternativas sostenibles de compra que respeten el medioambiente, ya que en su producción se emiten un 99% menos de gases de efecto invernadero, reduciendo al mínimo la contaminación y el consumo de agua.
El número de artículos lanzados asciende hasta diez, entre los que se encuentran gusanos especiados y grillos con cebolla a la barbacoa. Se presentan en diferentes formatos: barritas energéticas, aperitivos, snacks, granolas y pasta. Su precio oscila entre los 2 y los 7 euros. Están elaborados en Europa y todos los ingredientes proceden de la agricultura ecológica.
¿Qué dice la ley?
Desde el pasado 1 de enero de 2018, la legislación europea cataloga a los insectos como «nuevo alimento».
Aunque la Unión Europea he hecho esta clasificación, no considera oficial estos productos como alimentos reconocidos para su comercialización y consumo. Más bien, reina la ambigüedad y cada país hace una interpretación muy diferente de esta normativa. La última recomendación de Salud Alimentaria vigente en España aboga por no permitir la comida elaborada con insectos.
De hecho, algunos de estos insectos comercializados, como el grillo, el gusano y la larva de Tenebrio, aparecen en el el catálogo de nuevos alimentos que elabora la Comisión Europea, aunque sí que es cierto que en otros países de la Unión Europea llevan años consumiéndose sin problemas.
La rede de supermercados que ha comercializado los insectos, aseguran que están amparados por el Reglamento Europeo 2015/2283 relativo a los nuevos alimentos que entró en vigor el 1 de enero de 2018. En este reglamento se hace referencia a los insectos y a sus partes, ya autorizados como pienso animal. Estos hacen referencia a los que no se consumían en gran medida por humanos en la Unión Europea anteriormente al 15 de mayo de 1997.
Propiedades alimenticias de los insectos
Según la FAO (Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas), los insectos se consumen ya por más de 2.000 millones de personas, por lo que están considerados como «alimento del futuro». Son ricos en proteínas, vitaminas B1, B2 y B3, contienen omega 3 y 6, todos los aminoácidos esenciales y varios minerales, entre ellos el hierro.
Todos hemos comido insectos
La agricultura de la que proceden los productos de nuestra huerta no se da en un entorno completamente aséptico. Cuanto más ecológica y exenta de productos químicos es, más probabilidad tiene de contener insectos, aunque no los podamos ver a simple vista. Según datos de la DFA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos, consumimos, sin ser conscientes de ello, entre 453 y 907 gramos de insectos al año.
En cualquier caso, no deberíamos preocuparnos por ingerir estas pequeñas cantidades de insectos, ya que nuestro sistema digestivo cuenta con muchos mecanismos de defensa y esos insectos suelen estar en alimentos procesados con tratamientos térmicos. Incluso podríamos pensar que su ingesta es beneficiosa, ya que aporta «proteína extra».
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